Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder. Simplemente lo tienes que tomar tú.
Roseanne Barr.








viernes, 29 de noviembre de 2013

¡Di NO a la violencia contra las mujeres, únete!

En el Ecuador, los datos que obtuvo el INEC a fines de 2011 como resultados de la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género   revelan las dimensiones del problema que afecta a las mujeres en todos los niveles de educación, ingresos,  autoidentificación étnica y en las zonas urbanas y rurales. Seis de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género; la de mayor incidencia es la psicológica, que afecta al 53,9%;  le siguen la violencia física, el 38% ; la patrimonial, el 35,3%, y la sexual, el 25,7%. En todos los niveles de instrucción, la violencia de género sobrepasa el 50%, aunque en grupos de mujeres con menor instrucción llega al 70%.  



sábado, 23 de noviembre de 2013

Dile No a la Violencia contra las Mujeres y Niñas




En los inicios del siglo XXI la violencia contra las mujeres sigue manifestándose activamente en cualquier lugar del mundo. Mujeres y niñas, en cualquier escenario geográfico, cultural o económico, están en riesgo de ser objeto de algún acto de violencia por su pertenencia al sexo femenino, y de ellas, una de cada tres sufrirá alguno a lo largo de su vida. Humillaciones, golpes, abusos sexuales, prostitución forzada, mutilaciones sexuales, acosos, violaciones, maltratos y asesinatos, son diferentes manifestaciones de la violencia más global y más local: la violencia basada en el género.

La violencia que padecen las mujeres no debe ser interpretada como la expresión de un conflicto privado propio de las relaciones de pareja, sino como un grave problema público, puesto que constituye un atentado contra los derechos humanos y los valores que legitiman el sistema democrático. En este sentido, no podemos entender los abusos como hechos aislados sino que hemos de analizarlos en el contexto social e ideológico en el que se originan y desenvuelven, un contexto social de discriminación y subordinación de las mujeres, que se materializa por ejemplo: en la estructura tradicionalmente jerárquica del matrimonio y la familia; en la división sexual del trabajo y en la precariedad laboral femenina; en la devaluación de las relaciones afectivas y del cuidado adscritas a la feminidad (como el cuidado de menores, personas mayores y enfermas, que asumen fundamentalmente las mujeres); o en la doble moral sexual para mujeres y hombres, etc.

Si los prejuicios sexistas y la desigualdad forman parte de la organización social en la que se desenvuelven nuestras vidas, la violencia que sufren las mujeres puede ser calificada como estructural, en tanto que se inscribe en la propia sociedad, es decir, en las relaciones sociales mismas.

Por otra parte, ya hemos anticipado que esta violencia se remite al modo en que la cultura ha interpretado y construido las diferencias que existen entre el hombre y la mujer, por lo que podemos definirla como “violencia de género”. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente con el término género?. El género es el proceso de socialización (o aprendizaje social) por el que cada persona interioriza las pautas de comportamiento y las expectativas que se consideran propias de su sexo: hombre o mujer. Esta terminología puede resultarnos más fácil de entender si utilizamos un ejemplo: En la infancia, cuando se anima a niñas y niños a divertirse con juguetes diferentes “adecuados a su sexo” (muñecas o equipos de maquillaje para ellas, frente a coches o balones para ellos), se propicia que desarrollen habilidades distintas en función de su sexo (por ejemplo la empatía a la competitividad). Es decir, se va más allá de sus diferencias sexuales (anatómicas, biológicas, cromosómicas, etc.) con el objetivo de que respondan progresivamente a un modelo de feminidad o masculinidad, que ha sido definido en una cultura y un momento histórico concreto. A ese modelo nos referimos al hablar de género, por lo que género y sexo se refieren a realidades distintas.

La historicidad del sistema de género, es decir, el hecho de que evolucione a lo largo del tiempo o que varíe en culturas distintas, se convierte en una garantía para su transformación puesto que no es esencial a la naturaleza humana. Por ejemplo, hace años, se consideraba “afeminado” al varón que se ponía mechas en el pelo; y  “masculina” a la mujer que vestía con pantalones; estas convenciones sociales nos resultan hoy día, ridículas.

La revisión crítica de los prejuicios sexistas constituye el paso previo para desecharlos, esa revisión crítica es inherente a la categoría analítica del género, por eso el enfoque de género se exige como un instrumento imprescindible para analizar la violencia que padecen las mujeres. Si se considera, por ejemplo, que las actitudes posesivas y autoritarias de algunos hombres son inherentes a su condición masculina (lo que se explicita en falsas generalizaciones como “todos los hombres son posesivos por naturaleza”) dichas actitudes no se censurarán convenientemente ni serán objeto de prevención por parte de las mujeres. Se presumirá que son normales en cualquier varón, que son inherentes a su sexo y que por lo tanto, no puede esperarse de ellos un comportamiento distinto.

Las creencias estereotipadas sobre lo que se considera propio de las mujeres o de los hombres reflejan además, la falta de simetría existente en los juicios sociales sobre violencia de género, ya que a las mujeres se las  responsabiliza del éxito o del fracaso de la relación afectiva, así como de no haber reaccionado a tiempo ante los abusos y agresiones; mientras que se consiente a los hombres comportamientos que deberían suscitar el rechazo y la indignación de toda la sociedad. De este modo, se incrementa sutilmente la desprotección de las mujeres maltratadas, que deben enfrentarse a un juicio social paralelo en el que son culpables de mentir, provocar la agresión, consentirla, etc., hasta que no se demuestre lo contrario.

La perspectiva de género nos permite, en definitiva, valorar todos estos aspectos, desterrar las creencias estereotipadas y obsoletas vigentes en la sociedad, establecer un nexo de unión entre las diversas formas de violencia que sufren las mujeres, y plantear modelos más constructivos para la vida de todas las personas.

La violencia contra las mujeres es un grave problema que afecta al Ecuador. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Materna e Infantil –ENDEMAIN 2004 (CEPAR, 2005), el 41% de las mujeres alguna vez casadas o unidas entre 15 y 49 años reportó haber recibido maltratos verbales o psicológicos; el 31% violencia física; y, el 12% violencia sexual por parte de alguna pareja o ex-pareja. Asimismo, el marido o compañero actual fue nombrado como el responsable de la violencia en alrededor de 80% de casos. En toda la vida, el 14% de mujeres reportó violencia verbal, el 17 % verbal y física, y el 9% verbal, física y sexual. En total, el 46% de mujeres alguna vez casadas o unidas sufrieron por lo menos uno de los tres tipos de violencia.

Es preciso hacer frente a esta lacra social desde el esfuerzo colectivo. Como sociedad democrática, debemos detectarla, visibilizarla, ofrecer protección y reparación a las víctimas, penalizar legal y socialmente a los culpables. Debemos poner las bases para su erradicación, fomentando la educación para la igualdad y el respeto mutuo entre los sexos, generando una nueva cultura de igualdad y corresponsabilidad entre los sexos.

Es nuestra responsabilidad colectiva e individual. Podemos hacer nuestras las palabras de Kofi Annan, Secretario General de la ONU, pronunciadas con ocasión del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el 25 de noviembre de 2000: “Recordemos hoy que la acción para eliminar la violencia contra las mujeres es responsabilidad de todos nosotros: la familia de las Naciones Unidas, los Estados afiliados, la sociedad civil y cada hombre y mujer. Este día nos brinda la oportunidad de comenzar a construir un nuevo Milenio libre de violencia contra las mujeres y las niñas; una era en la cual la humanidad entera sabe que, en lo que se refiere a la violencia contra las mujeres y las niñas, no hay bases para la tolerancia ni existen excusas tolerables”.


viernes, 25 de octubre de 2013

Secretos del Yasuní: Resistencia




Patricia Gualinga es dirigente de Sarayacu. El caso de su pueblo y la sentencia favorable en la Corte Interamericana de DDHH, deberían ser el principal referente legal para explotar territorios indígenas en el Yasuní. Desafortunadamente, el Estado ecuatoriano sistemáticamente ha ignorado este caso para dar paso a la explotación de los bloque 31 e ITT en el parque. Esto ha generado la resistencia de muchas dirigentes y mujeres de distintas nacionalidades amazónicas.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Carta Abierta a Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador

Por: María Belén Moncayo 

Quito, 21 de septiembre de 2013

Señora
Gabriela Rivadeniera
Presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador
Virtualmente presente.-

Presidenta, por medio de esta carta quiero expresarle mi sentimiento de dolor e indignación por la contradicción entre su prometer, su decir y su hacer.

En la imagen de portada de su página de la red social Facebook, podemos leer una frase firmada por usted: “…algunas transnacionales son inmisericordes con los pueblos y la única manera de contrarestar su poderío es a través del fortalecimiento de Estados democráticos e instancias internacionales efectivas”.

Mi indignación no es precisamente porque a la palabra “contrarrestar” le haya quitado una r. No estoy aquí para esgrimir argumentos baratos como que usted por ser “solamente” Bachiller adolece de una ortografía prolija. Me conformo (y creo con esto expresar el sentir de muchas y muchos ecuatorianas y ecuatorianos) con que sepa qué es realmente el feminismo contemporáneo y lo practique de palabra y de obra, aunque lo escriba de manera incorrecta.

Tampoco me hago presente con esta carta para reducir su circunstancia biológica femenina a la coherencia feminista. Lo que persigo con este documento es invitarla a ser consecuente con el hecho de que, por el poder que su cargo encierra, constituye simbólicamente una voz representante de las mujeres ecuatorianas.
Resulta indignante su proceder contradictorio en muchos aspectos que atañen a la vida de las mujeres del país y al Ecuador en su totalidad; lo cual resumiré en tres puntos:

1. En su discurso de posesión como Presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador, hizo alusión a varios nombres de mujeres relevantes de la historia ecuatoriana. Mujeres muertas, mujeres quienes hoy por hoy son un simple recuerdo, una referencia textual. Si esas mujeres vivirían en el Ecuador contemporáneo no dudarían un minuto en sacarla de su sillón presidencial por el repudio que sentirían al ver la sangre y las lágrimas derramadas por las mujeres que defienden los derechos de la naturaleza y que han sido agredidas con balas de goma, con whisky, con gases, con toletes y con perros por la fuerza bruta de hombres y mujeres a quienes pagamos para proteger nuestra integridad moral y física.



2. A estas alturas es evidente que su mención de hombres y mujeres de proceder libertario en sus discursos es un gesto completamente vaciado de sentido. Si su sentir feminista fuese incuestionable, este es el momento en que lejos de permitir que la Asamblea declare interés nacional la explotación de los campos de Yasuní ITT y de aplaudir el uso de la fuerza con la que el gobierno pretende tomar por asalto las minas de Intag; deberíamos estar escuchando de su parte un pronunciamiento ecofeminista y viéndola abrazada a un árbol hasta las últimas consecuencias. No lo hace porque seguro desconoce que en 1730, en la India, por iniciativa de Amrita Devi, toda la comunidad bishnoi se dejó matar antes que permitir que los hombres de las “transnacionales” de aquella época talasen los árboles de sus bosques. Seguro desconoce también que el Movimiento Chipko, de mujeres, en 1974, en los Himalayas, realizó el mismo gesto para impedir similar atrocidad. Así, podría mencionar una infinidad de organizaciones ecofeministas de toda índole que en el mundo, ayer y hoy, luchan de manera valiente por erradicar el sistema patriarcal y capitalista que es el principal responsable de la devastación del ecosistema y de la biodiversidad.

Amerita en este punto ponerle en conocimiento de algo que desconoce: “La mayoría de variantes del ecofeminismo coinciden en ver una relación íntima entre la subordinación de las mujeres y la destrucción de la naturaleza.

Según ellas, el problema ecológico no se origina solamente a partir de los excesos antropocéntricos de la especie humana en relación a la naturaleza. Este antropocentrismo es en realidad androcentrismo, es decir, un modelo cultural en el que se imponen las visiones masculinas sobre las femeninas, consideradas inferiores, ignoradas e incluso invisibilizadas. La explotación de la naturaleza y la explotación de la mujer se conectan entonces mediante una forma de ver la realidad y un conjunto de prácticas: el sistema patriarcal.” (http://introduccion-al-ecofeminismo.blogspot.com/).

Como activista ambiental rechazo categóricamente su predicamento de que la bandera verde le pertenezca a Alianza País, como símbolo de respeto hacia la Pachamama. A usted y a sus compañeras/os de militancia solamente les pertenece la bandera que se sumerge y se tiñe con el agua de los ríos contaminados. Por el contrario, es una vergüenza que luzca blusas bordadas por mujeres indígenas que han labrado con sus manos la tierra que usted destruye; una tierra donde plantaron las flores de cuyos extractos se colorizan los hilos que arropan su cuerpo.

3. Considerando todo lo anteriormente citado, es así mismo indignante; y ahí si apelo además a su biología femenina, que por sus manos hayan pasado los debates sobre la soberanía del cuerpo de las mujeres ecuatorianas con mucha pena y sin gloria alguna. Es inconcebible que usted, quien no alcanza los 30 años de edad, no tenga la capacidad de convertir las cifras de violencia sobre los cuerpos femininos y feminizados de este país en planes de contigencia radicales para exterminarla. Es irresponsable su impavidez ante las decisiones del Código Penal sobre las posibilidades de aborto legal en el país. ¡Cuántas veces no le dijeron loca a Manuela Sáenz, con cuyo nombre usted llena su boca! Siendo consecuente con su política pública, misógina y de tutela patriarcal sobre los cuerpos de las mujeres, si Manuela estuviese viva debería meterla en la cárcel pues vaya que debe haber abortado unas cuantas veces.

Por lo tanto su frase célebre, inscrita en su portada Facebook no se sostiene en absoluto, por el contrario se deconstuye consecuentemente de la siguiente manera: “…algunas asambleístas son inmisericordes con los pueblos y la única manera de contrarrestar su poderío es a través de la anulación del Decreto Ejecutivo 16, del respeto a la autonomía de los grupos de la sociedad civil y de la observación de todos los códigos universales de derechos humanos y de la naturaleza.”

Para terminar diré que su autonomía de mujer, de ser humano, de Presidenta de la Asamblea, de joven líder ha sido pisoteada con su venia. Lo que usted ha hecho es tranzar al pueblo como el elector que la sentó en la silla de la Asamblea por el único amo y señor a quien asume como su elector: Rafael Correa D

miércoles, 11 de septiembre de 2013

"ETNOCIDIO EN LA AMAZONÍA A LA VISTA"...


TESTIMONIO Y ALERTA DE JOSÉ MIGUEL GOLDÁREZ, Capuchino. 

José Miguel Goldárez




Voy a comenzar contando un suceso de hace 25 años. Yo regresaba de un recorrido por las comunidades kichwas. Era por la tarde. En la salacomedor de la casa de los padres capuchinos del Coca fui testigo de una insólita escena que no me gusta recordarla, y al mismo tiempo no la puedo sacar de entre mis recuerdos.

Al volver ahora sobre ella, me recuerda el título de la película: “12 hombres sin piedad”. En efecto una docena de hombres se mantenían de pie, en torno a la mesa del comedor. Monseñor Alejandro, muy pálido y tenso, también estaba de pie y tenía las manos extendidas, en un gesto de bendición, sobre la cabeza del antropólogo Enrique Vela, arrodillado a sus pies

Yo conocía a esos hombres y el cuadro me pareció tremendamente desagradable. ¿Qué hace esta gente aquí?. Pregunté asqueado. Y me retiré. Muchas veces me he arrepentido de haberme ido. El quedarme ¿hubiera ayudado a una mejor solución del problema que los reunió allí? Más tarde Monseñor me lo echó en cara ¿Por qué no te quedaste?

Los doce hombres “sin piedad” eran, en su mayoría, personeros de la petrolera Braspetro. Acababan de decidir la entrada a los territorios Tagaeri para comenzar los trabajos de exploración sísmica. No había más que decir ni objeciones que presentar. El gobierno exigía a Petrobras el inmediato comienzo de las operaciones.

Allí estaban, también, los dos hombres a quienes se había pedido el trabajo de “pacificación” de los Tagaeri: Enrique Vela con sus cuadrillas de exsoldados armados “siwiar”, shuaras, y Alejandro Labaka, solo, al que no se le concedió razón ni la moratoria que pedía.

Monseñor tenía en el bolsillo el billete de avión para viajar a España ¿Qué es lo que le motivó posponer su viaje?. Se sabe que la decisión de no ir a España fue irrevocable. Algo trágico se cernía sobre el grupo Tagaeri.

Después de unos pocos días moría alanceado junto con la hermana Inés a manos de los que quería salvar del exterminio. El entró a salvarlos. Había escrito: “Si no vamos nosotros los matarán”. Por el momento su muerte los salvó. Me tocó bajar, descolgándome de una cuerda, a lo más profundo de la selva del Tigüino, en un helicóptero militar a sacar los cuerpos lanceados de Inés y de Alejandro. Habían caído, Alejandro con l7 lanzas e Inés con cuatro. Las lanzas, se escribió entonces, eran contra las petroleras.

Lo que he dicho es un recuerdo de hace 25 años. Tengo que decirles que hoy día se está dando la misma sangrante realidad. Estamos en los mismos frentes de lucha que encararon Alejandro y los tagaeri por una parte. Por la otra parte, están los mismos personajes que manejan el sector petrolero y toman las decisiones. Los escenarios también son los mismos: la selva impenetrable, la vía Aucas, los ríos. Eso sí, muchísimos más lotes de colonos y más bloques petroleros.


Aquellos tiempos y estos se parecen como un huevo a otro. Parecería que no han transcurrido tantos años. “Estamos en el mismo punto en que estábamos y podemos concluir que estaremos donde estamos”. Para los Tagaeri sobrevivientes la situación actual es peor. No solo están acosados sino ensanduchados entre dos fronteras petroleras: la peruana y la ecuatoriana, los colonos y los petroleros, la indiferencia y la insensibilidad. Sin saber a donde huir o a donde lanzar la última lanza. Vamos a proyectar luz sobre las figuras de estos personajes, que como en aquellos tiempos son los testigos insustituibles, junto a las razones que los motivaron y las causas por las que dieron la vida. ¿Cuál será hoy la víctima que sienta el dolor de la vida, que se entrega por salvar a otros?. ¿Dónde estamos los seguidores de Monseñor Alejandro y la Hermana Inés?. Pienso que ahora ya no habrá lanzas, porque se han quebrado los únicos brazos que se oponían y defendían la selva, libre de petroleros. ¿Estarán vivos los tagaeri-taromenani? A los capuchinos se les impide el ir a comprobar. Yo me llamo José Miguel y nos conocimos con Monseñor Alejandro Labaka en Roma, durante el Concilio Vaticano II, hacia el año l965. Monseñor Alejandro era Prefecto Apostólico de Aguarico y yo estudiaba filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma.

Después de 6 años de docencia en Filipinas, nos encontramos otra vez en España y en el año l972 vinimos en barco, juntos, al Ecuador. Los dos a trabajar en el Aguarico. Fueron pues muchos años de haber trabajado juntos. Les tengo que decir que la pelea misionera es dura. Aquellos tiempos, como los de ahora, son duros también para los colonos e indígenas.

En el trabajo misionero, coincidíamos en los objetivos y esperábamos los mismos resultados. Nos diferenciábamos en los métodos y en los medios que usábamos. Fue una experiencia misionera bien cumplida la que realizamos juntos, Alejandro, Inés y otros compañeros que ya no están.


Repasemos los personajes y las instituciones:


1) Políticas petroleras y nosotros

El responsable primero es la política del gobierno y su punta de lanza las compañías petroleras (Cepe- Texaco y Petrobrás), antes; Petroamazonas y las compañías chinas (Petrooriente y Andes Petroleum), ahora. Estos son los nuevos amos. Andan por la selva como en propio terreno. A pesar de que la Constitución diga lo contrario, se enfrentan a los derechos de la naturaleza y los pisotean, ningunean a los pueblos indígenas y no respetan sus territorios. Todos los territorios del río Napo, desde el Coca hasta Nvo. Rocafuerte y al interior de la selva con todas sus gentes, les pertenecen. Los personeros del Estado tienen que hacer malabares para compaginar los poderosos intereses petroleros con su retórica ecologista y proteccionista. Sin lograr que estas dos situaciones empaten. La política de los discursos conservacionistas y humanitarios se opone a la urgente explotación y por lo tanto a la realidad. Se va a explotar el campo Armadillo en cuyas cercanías están ubicadas las casas de los pueblos ocultos. El resultado es una gran confusión, por decir lo menos, porque en la práctica es una gran mentira lo que se dice y la sentencia de muerte de un pueblo la que se va a ejecutar. En todo este juego el personaje confundido somos nosotros, el pueblo, que nos quedamos boquiabiertos, sin una pizca de “indignación” Y sin capacidad de “cabrearnos”, ¿por qué lo ignoramos todo?

2) Los ecologistas

No dan señales “efectivas” de vida para la protección de estos pueblos y los territorios del Parque Nacional Yasuní. Los grupos del ecologismo oficial, MAE, tienen que pedir permiso para decir o hacer. Se les priva del poder propio de su ministerio. Se conocen sus informes en contra de la explotación, pero hasta ahí no más les alcanza la cobija. Por último hasta los han botado de sus cargos por oponerse a los jefes. “No es recomendable explotar el campo Armadillo” dijeron, y los echaron a todos.

3) Los colonos

Hace unos años moría un hombre, Luis Castellanos, en el bloque petrolero Armadillo mientras cortaba un árbol para una maderera. Después han seguido otras muertes de colonos. Muertes horrorosas lejos de la belleza de las leyes y de las bucólicas descripciones de la propaganda sobre el Yasuní. Los colonos están poniendo un precio de muertes demasiado alto: 5 colonos muertos desde el año 2008.

Las autoridades, por encima de intereses económicos, políticos y de votos, tienen que buscar medidas preventivas y mecanismos de protección para los waorani y para los colonos que cohabitan en sus territorios, con su permiso. No pueden lavarse las manos de esos asesinatos cuando, en parte, ha sido sangre derramada por esas políticas ambiciosas, esas licencias… que ellos dan, y al darlas se convierten en licencias para matar o para morir matando. Licencias que encienden guerras y producen dolor y muertes.

Colonos y peones de madereras ilegales viven en condiciones de salubridad deplorables, instalan selva adentro campamentos de toldos y carpas con algún cilindro de gas y unas pocas tablas para recostar los huesos por las noches. Señores que no son precisamente amables, armados de motosierras y carabinas no dudan en disparar contra los “desnudos” como en los salvajes tiempos de las haciendas y del Oeste ¿Cuántas muertes sin nombre está costando esta guerra entre indios y blancos?. La ley dice que en estos territorios se deben respetar y en l0 kilómetros de amortiguamiento nadie debe entrar. Pero todos entran, con permiso de las autoridades. También dicen las leyes que las personas que realizan actos tendentes a “influir, alterar o de cualquier manera cambiar la cultura, forma de vida o identidad de los pueblos no contactados…”, cometen delito (Convenio No. l69 de la OIT). Este delito se tipifica como “delito de genocidio” con prisión de 2 a 4 años.

4) Lo políticamente correcto

¡Esta es la paradoja!. Que todo esto es políticamente correcto. La máxima autoridad petrolera dice que “ya tenemos un plan de contacto”. Otros dicen que “vamos a socializar con los compañeros Tagaeri-taromenani”. Estén tranquilos, no hacen falta veedurías ciudadanas, menos de técnicos neutrales. Que no entren tampoco los misioneros…, porque tenemos unas leyes perfectas que controlan y prohíben todos los ilícitos. Parece que todavía sigue funcionando el principio de que “la ley es para el del poncho” no para el patrón.

Si Monseñor viviera ahora no le permitirían entrar, ni relacionarse con los Tagaeri. Dirían que incurriría en el delito de etnocidio y sería condenado por ello. Lo políticamente correcto para el Estado, los ambientalistas, las organizaciones indígenas, las autoridades… es parapetarse tras unas leyes hermosísimas, declaraciones, denuncias, discursos… y no hacer nada en función de la realidad para proteger esas vidas. Todo se hace en función del “debe ser así” y punto. (no nos damos cuenta de que es “punto y seguido”). No hacer nada y justificarlo todo con una ley.

Veamos una justificación de una funcionaria respondiendo a inquietudes por la muerte a lanzazos de unos colonos en la pre-cooperativa ”Los Reyes” hace 3 años: “¿Cómo es que se salieron de ahí?”, protestó encolerizada. Se refería a la Zona Intangible. Respuesta que describe la actitud indolente ante un problema de vida y muerte. Las leyes en el papel no cambian en nada las cosas, pero es políticamente correcto.

5) Los tagaeri-taromenani

Desde hace 25 años sabemos sobre ellos poco más de lo que sabíamos. Sabemos que hacen hermosas lanzas de chonta, decoradas con plumas de papagayo, que de vez en cuando asoman y matan. No sabemos cuántos les matamos de nuestra parte.

Les hemos declarado la guerra y se defienden.

Sabemos que tienen sus casas y poco más. Antes les llamaban tagaeri, ahora los agrupan bajo el nombre de “grupos no contactados” u “ocultos”. Sabemos que están amenazados por todas partes: en el Parque Nacional Yasuní y en la Zona Intangible, por la parte del Perú y por el lado ecuatoriano. Cada vez es más patente el ingreso de las petroleras en sus reservas, como si fuera tierra baldía, como si no hubiera leyes que digan lo contrario. Nada se ha hecho para salvarlos.


Se supone que en su territorio está prohibida a perpetuidad toda actividad extractiva, maderera, hidrocarburífera. Además está protegida por una zona de amortiguamiento de l0 Kmts. Así lo dice la constitución, los decretos, la política y los discursos…, pero entran todos: los petroleros, los madereros, los colonos, sus hermanos waorani civilizados que, impunemente, han armado varias expediciones de guerra y los buscan por “orden” de terceros para “limpiar” la zona. Los derechos que la constitución da a los pueblos ocultos están siendo incumplidos: el derecho a la vida, el derecho al territorio, el derecho a que se respete su cultura, el derecho a su lengua, el derecho a una vida libre y digna…

Ellos no pueden reclamar sus derechos, ni hacer paros para que se escuchen sus demandas. No tienen cédula de identidad, no tienen representantes, ni dirigentes reconocidos, ni delegados elegidos… A los Tagaeri-Taromenani les hemos hecho emprender un camino sin retorno. No pueden ir a ninguna parte. Los estamos presionando por todos los lados. ¿Podrán subsistir? ¡Estamos todos contra ellos! ¿Morirán escondidos en la selva? A lo que pase con ellos se le llama “efecto secundario” o “un daño de baja intensidad”. Están bajo un terreno minado y la bomba les va a estallar en cualquier momento. Nada de esto se sabe, se oculta.

6) Leyes

Ahora hay mucha más legislación nacional e internacional que hace 25 años que regulan estos temas, pero ¿habrá alguien en el mundo que pueda entender lo que está pasando? La constitución tipifica como genocidio el exterminio de un pueblo, lo que está pasando es la crónica de una muerte anunciada.

Art. 57; lral. 22: “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral, irreductible e intangible, y en ellos estará vedada a perpetuidad todo tipo de actividad extractiva. El estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio, que será tipificado por la ley”.

Art. 407: “Se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles, incluida la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán explotar a petición fundamentada de la presidencia de la república y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular”. (Sin participación de los principales afectados, imposibilitados de votar, de ejercer ningún derecho…: consulta previa indispensable…) En la legislación nacional e internacional hay herramientas para defender los territorios y los pueblos, pero no hay voluntad política para cumplirlos: el comité de la OIT, el Foro Permanente de los Derechos Indígenas en Naciones Unidas, la Corte Interamericana, la Corte de La Haya…, la declaratoria de Medidas Cautelares, moratorias, discursos de conservación… Y sin embargo entramos a colonizar, las autoridades dan títulos de propiedad en tierras prohibidas, dan bloques petroleros en el Parque Nacional Yasuní, se abren carreteras, sacamos madera, entrenamos al ejército, sobrevolamos…

7) “Casa Verde y Cantárida”

Hace 25 años se contó con el Dr. Enrique Vela y su grupo de exsoldados “shiwiar” de la “casa verde”, para hacer el trabajo de “pacificación” para la compañía Petrobras y CEPE. También ahora se cuenta con el grupo “Cantárida” (René Espín) “Omeke” (Enkeri, Timoteo, Huamoni, Boya…), formada por waorani al frente de algunos mestizos, para hacer el mismo trabajo previo para la compañía SERTECPEC.

Los trabajos, mal llamados de “pacificación”, exigidos por las compañías, ahora como antes, son la antesala del exterminio. Los terrenos que van a ser recorridos por las cuadrillas de trabajadores petroleros deben estar libres de sus indeseados dueños. Después de estos trabajos previos la compañía podrá decir que no hay Tagaeri en la zona. Si no existen es porque se hizo bien la “pacificación”.

También dicen que lo de Monseñor Alejandro y de la hermana Inés es un montaje. Que las muertes a lanzazos de colonos fueron causadas por lanzas hechas en Tena y por otra gente, que las casas de los tagaeri, si es que existen, están fuera del bloque petrolero. Que son hechos prefabricados inventados por movimientos políticos antipetroleros. O refiriéndose a los waorari muertos, ciertos fiscales sentenciaron: “que no se puede identificar a los fallecidos, porque no se encontraron sus cédulas de identidad…” y “…Por no poder llamar a declarar a los tagaeri-Taromenani…”

Palabras así, tan mal informadas, en realidad son vulgares mentiras y duelen especialmente. Son simplemente una locura, sadismo. Las lanzas clavadas en el cuerpo de Monseñor, de la Hermana Inés y de varios obreros que me ha tocado sacar con estas manos son una gran verdad. Están ahí, y la mentira y la dura insensibilidad sádica de los que afirman lo contrario las hace más sanguinarias y más crueles todavía; aunque esas palabras estén pronunciadas por autoridades de peso, apoyadas por la contundencia económica, el poder y hermosos videos sobre el Parque Nacional Yasuní y sus gentes.

8) Las compañías petroleras: Petroamazonas y petroleras chinas.

Hace 25 años la gran compañía petrolera era Texaco, que acaba de perder el juicio llevado contra ella por las comunidades indígenas y colonas, por la contaminación causada en toda la Amazonía.

Ahora las compañías son Petroamazonas y las petroleras chinas: Petrooriente y Andes Petroleum. Estamos ante un nuevo y agresivo boom petrolero que se parece al de hace 25 años. El país entra en una nueva era de explotación. Hay una necesidad urgente de aumentar las reservas para alimentar la futura refinería de la costa, no importa donde se encuentren las bolsas de petróleo: en el Parque nacional Yasuní, en las Zona Intangibles o en tierras de Tagaeri-Taromenani. Las compañías tanto nacionales como extranjeras son duras, inhumanas e insensibles con la vida del hombre y de la naturaleza cuando se cruza por medio el dinero.

Operan con total ilegalidad y brutalidad, llevadas del capitalismo salvaje del Estado que las protege. Su lema parece ser “después de nosotros el diluvio”. Las compañías saben los riesgos de operar en zonas protegidas, en parques nacionales, en zonas intangibles, de amortiguamiento, de zonas de presencia de pueblos indígenas aislados. Por supuesto también conocen la Constitución, saben las leyes y acuerdos internacionales existentes que protegen a los pueblos indígenas aislados y sus territorios. Muchas de ellas hacen lo que no harían en sus países porque sus leyes no lo permiten.

9) Autoridades estatales

Las autoridades, ministros y funcionarios del estado saben que concesionar territorios prohibidos, “vedados a perpetuidad” o entregar licencias para ilegalidades es entregar licencias para matar. Las compañías se escudan en permisos y licitaciones otorgados por el Estado para cometer ilícitos. Con la plata se lavan sus pesadas conciencias y se libran de cualquier culpa: lo mismo en el tema maderero que en el petrolero.

El estado ha ido reduciendo el área del Parque Nacional Yasuní, moviendo sus límites y concesionando bloques petroleros. El estado por medio del IERAC y del INDA ha entregado tierras e incluso títulos de propiedad en territorios colindantes con el Parque y ha permitido que se abran carreteras en el corazón mismo del Yasuní. ¡Maravilla que hablen maravillas del Parque!.

10) Autoridades locales

Las autoridades locales también se han abanderado de discursos conservacionistas y proteccionistas, pero en realidad actúan en función de los votos y sus discursos se hacen pedazos ante la verdad y la realidad. Desde la prefectura y la municipalidad han abierto vías dentro del mismo Parque Nacional Yasuní, en tierras waorani y en zonas de amortiguamiento. Para satisfacer las demandas de los colonos les proporcionan servicios básicos y de infraestructura cada vez más cercanas a los pueblos aislados. Son terrenos ajenos y los dueños reaccionan. Esto ha causado muertes.

11) Organizaciones indígenas

Deberían ser la voz y la garantía de los derechos Tagaeri y Taromenani que no tienen peso alguno en la sociedad nacional. ¿Por qué no lo harán? Es un misterio.


La organización waorani, por su parte, ha jugado un papelón de cómodo comodín. Para con sus hermanos Tagaeri, Taromenani se han convertido en el arma fratricida del conquistador. En sus casas “civilizadas” se ha planificado la muerte de más de 20 miembros de los pueblos ocultos (Mayo 2003) y se sabe de otros intentos llevados a cabo por waorani particulares y se han escuchado otros tantos rumores.

Toda la justificación, tanto de unos como de otros, ha sido decir que son “expresiones puras de justicia indígena”. No han tocado ni un pelo de los madereros, cazadores o petroleros que entran en la tierra que ellos defienden como última morada. ¿Por qué se justificó a los asesinos que todavía andan sueltos?

12) La sociedad civil

Las organizaciones ambientalistas, las organizaciones no gubernamentales los organismos de derechos humanos, el pueblo ecuatoriano y los vecinos del Coca con la constitución en la mano, debieran asumir la lucha por la defensa de la amazonia y de sus gentes, que somos nosotros mismos, lejos de prejuicios, intereses personales y colores políticos.

La dura vida de los obreros del petróleo, la marginalidad del colono y del mismo pueblo waorani… son razones más que suficientes para enfrentar a los “monstruos del desarrollo salvaje”, para defender territorios, parques nacionales, reservas y personas. No necesitan desnudar a los indígenas y adornarlos con plumas para exponerlos en las fiestas de la ciudad para regocijo de machos rijosos y de viejos verdes o llevarlos a Nueva York o a las Naciones Unidas.

13) Los misioneros

Los misioneros estamos quietos, impedidos. Producimos literatura y denuncia chatarra. Nos acogemos al derecho al pataleo.


DEUDA PENDIENTE


¡Amigos¡ Creo que la Amazonía sigue siendo una asignatura pendiente. Tenemos que crear espacios de diálogo, de construcción de ciudadanía, espacios de paz, de liderazgos maduros y de posibilidades más democráticas de convivencia. La amazonia nuestra no es un imaginario, algo así como una tierra baldía, donde, por mala fortuna, nos asentamos unas gentes que estorbamos a la extracción salvaje del petróleo, de las maderas y de los grandes proyectos, como el Manta Manaos. Otra tragedia se avecina.


Hasta mi visión, la que he expuesto, es negativa.


Pero Hoy TENGO UN SUEÑO. Como lo tuvo Alejandro, Inés y tantos muertos como guarda esta selva. SUEÑO en que mejore la calidad de vida, que la gente tenga capacidad de tener oportunidades en el futuro. SUEÑO que no debemos fracasar más en el intento de sumar, en el intento de construir un espacio de paz y dignidad para sus habitantes, tan propensos a vivir al día. SUEÑO en que nuestras aspiraciones sean mayores que el pliego de peticiones a las compañías o al Estado. SUEÑO en que las herramientas legales de Constitución y las leyes nos sirvan para reclamar nuestros derechos y que con ellas contemos con formas más democráticas.

Hoy tengo un sueño, el del Convencimiento que desde el quehacer Educativo y cultural, desde el respeto Mutuo y desde el conocimiento de la Riqueza natural y humana se puede Construir ciudadanía. La llama de la lucha de Alejandro sigue Prendida. Si no vamos, los matan, dijo. Hoy no hay quien vaya… pero, sueño, en Que, con la unión y el esfuerzo de todos, La voz de Alejandro Labaka tenga eco Todavía y que nos dé el aliento para Defender la vida, esa vida de los Ignorados, atrincherados en la espesura De la selva.


domingo, 8 de septiembre de 2013

“Carta abierta al Presidente de los EE.UU. de Norteamérica" SIRIA


Barack Hussein Obama
¡Escucha el clamor de los pueblos!
La situación en Siria es preocupante y una vez más los EE.UU., erigiéndose en gendarme del mundo, pretende invadir Siria en nombre de la “Libertad” y los “derechos humanos”.
Tu predecesor George W. Bush  en su locura mesiánica supo instrumentalizar el fundamentalismo religioso para llevar a cabo las guerras mesiánicas en Afganistán e Irak. Cuando declaraba que conversaba con Dios, y Dios le decía que tenía que atacar a Irak, lo hacía porque era dictamen de Dios exportar la “libertad” al mundo.
Tú has hablado, con motivo de los 50 años de la muerte del Reverendo Luther King, también Premio Nobel de la Paz, de la necesidad de completar el “Sueño” de la mesa compartida, de quien fuera la más significativa expresión de lucha por los derechos civiles contra el racismo en la primera democracia esclavista del mundo. Luther King fue un hombre que dio su vida para dar vida, y por eso es un mártir de nuestro tiempo. Lo mataron después de la Marcha sobre Washington porque amenazaba con desobediencia civil a seguir siendo cómplices de la guerra imperialista contra el pueblo de Vietnam. ¿Realmente crees que invadir militarmente a otro pueblo es aportar a ese sueño?
Armar rebeldes para luego autorizar la intervención de la OTAN, no es algo nuevo por parte de tu país y tus aliados. Tampoco es nuevo que EE.UU. pretenda invadir países acusándolos de posesión de armas de destrucción masiva, que en el caso de Irak resultó no ser cierto. Tu país ha apoyado el régimen de Saddam Hussein que utilizó armas químicas para aniquilar a la población kurda y contra la Revolución Iraní y no hizo nada para sancionarlo porque en ese momento eran aliados. Sin embargo ahora pretenden invadir Siria sin siquiera saber los resultados de las investigaciones que está haciendo la ONU por autorización del mismo gobierno Sirio. Ciertamente que el uso de las armas químicas es inmoral y condenable, pero tu gobierno no tiene autoridad moral alguna para justificar una intervención.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó que un ataque militar en Siria podría empeorar el conflicto.
Mi país, la Argentina, que se encuentra ejerciendo la Presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, ha hecho pública su posición contra una intervención militar extranjera en la República Siria negándose a ser “cómplice de nuevas muertes”.
El Papa Francisco también llamó a globalizar el pedido de paz ydecretó una jornada de ayuno y oración en contra de la guerra para el día 7 de septiembre, a la cual nos adherimos. Hasta tu histórico aliado, Gran Bretaña, se ha negado (al menos de momento) a ser parte de la invasión.
Tu país está transformando la “Primavera Árabe” en el infierno de la OTAN,  provocando  guerras en el Medio Oriente y desatando la rapiña de las corporaciones internacionales. La invasión que pretendes llevará a más violencia y más muertes, así como a la desestabilización de Siria y de la región. ¿Con qué objetivo? El lúcido analista, Robert Fisk, ha precisado que el objetivo es Irán y postergar la concreción del estado palestino, no es la indignación que producen la muerte de cientos de niños sirios lo que los motiva a ustedes a intervenir militarmente. Y justamente cuando ha triunfado en Irán un gobierno moderado, donde se podría tratar de contribuir a lograr escenarios de negociaci&oa cute;n pacífica a los conflictos existentes. Esa política será suicida de tu parte y de tu país.
Siria necesita una solución política, no militar. La comunidad internacional debe dar su apoyo a las organizaciones sociales que buscan la paz. El pueblo sirio, como cualquier otro, tiene derecho a su autodeterminación y a definir su propio proceso democrático y debemos ayudar en lo que nos necesiten.
Obama, tu país no tiene autoridad moral, ni legitimidad, ni legalidad para invadir Siria ni ningún otro país. Mucho menos luego de haber asesinado 220.000 personas en Japón lanzando bombas de destrucción masiva.
Ningún congresal del parlamento de Estados Unidos puede legitimar lo ilegitimable, ni legalizar lo ilegalizable. En especial teniendo en cuenta lo que dijo hace unos días el ex presidente noerteamericano James Carter: “EE.UU. no tiene una democracia que funcione”.
Las escuchas ilegales que realiza tu gobierno al pueblo norteamericano parecen no ser del todo eficientes, porque según una encuesta pública de Reuters, el 60% de los estadounidenses se oponen a la invasión que quieres llevar a cabo.
Por eso te pregunto Obama ¿A quién obedeces?
Tu gobierno se ha convertido en un peligro para el equilibrio internacional y para el propio pueblo estadounidense. EE.UU. se ha vuelto un país que no puede dejar de exportar muerte para mantener su economía y poderío. Nosotros no dejaremos de intentar impedirlo. Yo estuve en Irak luego de los bombardeos que realizó EE.UU. en la década de los 90′s, antes de la invasión que derrocó a Sadham Hussein. Ví un refugio lleno de niños y mujeres asesinados por misiles teledirigidos. ”Daños colaterales” los llaman Uds.
Los pueblos están diciendo ¡BASTA!  a las guerras. La humanidad reclama la Paz y el derecho a vivir en libertad. Los pueblos quieren transformar las armas en arados,  y el camino para lograrlo es  “DESARMAR LAS CONCIENCIAS ARMADAS”.
Obama, nunca olvides que siempre recogemos los frutos de lo que sembramos. Cualquier ser humano debería sembrar paz y humanidad, más aún un Premio Nobel de la Paz. Espero que no termines convirtiendo el “sueño de fraternidad” que anhelaba Luther King en una  pesadilla para los pueblos y la humanidad.
Recibe el saludo de Paz y Bien
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz”.
Fuente : EFE

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